“¿No me estaré haciendo demasiado amigo de mi trabajador?”.
Esa reflexión se la hace un empresario cuando descubre que le está contando cosas muy íntimas de su vida a su trabajador que lo conoce desde hace relativamente poco tiempo.
Y esa pregunta nos debería llevar a otras: ¿no estaré pasando demasiado tiempo en el trabajo? ¿no estaré descuidando a mis amigos? ¿cuánto tiempo hace que no converso tranquilamente con mi pareja?
Si la respuesta a estas preguntas no nos satisface, debemos ponernos en marcha para cambiarlas.