“Me gusta tenerlo todo bajo control”
Tenerlo todo bajo control nos transmite la sensación de tranquilidad y calma: ya sé lo que tengo que hacer, cómo lo tengo que hacer y dónde lo tengo que hacer. Es como ir al supermercado a comprar con una lista bien detallada: eso nos permite movernos con soltura entre los pasillos, sin perder tiempo.