Una persona que lleva años asistiendo a Consulta para superar sus miedos e inseguridades. Es una persona inteligente y consciente de que la mayor parte de sus temores son infundados e irracionales.
Pero aun así sigue atrapada por ellos y esto no le permite disfrutar plenamente de la vida. Hasta que un día, un diagnóstico de cáncer en un familiar cercano le trastoca los esquemas. Y ese día, en consulta, cuando le pregunto por sus temores, me contesta “no tengo tiempo de pensar en tonterías”. Por primera vez en su vida, calificaba sus miedos de tonterías.
Y la reflexión es la siguiente ¿es necesario llegar a una situación extrema, como una enfermedad grave; para darnos cuenta de lo realmente importante? Aprendamos a valorar las pequeñas cosas que nos ocurren a diario y que muchas veces nos pasan desapercibidas, preocupándonos por todas las cosas terribles que nos pueden acaecer y que rara vez suceden.