Este es un hecho muy conocido: las emociones se contagian. Si estás rodeado de personas optimistas y alegres, acabas viendo las cosas de ese modo. Pero si estás rodeado de personas intranquilas, que ven peligros en todas partes, te acaban contagiando a ti también.
Ahora estamos siendo continuamente bombardeados por informaciones negativas sobre el covid-19: número de contagios en aumento, ya son 1000 los muertos en nuestro país, todavía no hemos llegado a lo peor,… Toda esa información, aun siendo cierta, seguramente va a contribuir a que nos sintamos más intranquilos y nos cueste más adaptarnos a las nuevas circunstancias.
¿Qué hacer? Dediquemos un tiempo diario a informarnos sobre el estado de la pandemia y sobre si los organismos oficiales han dado nuevas instrucciones a seguir. Fuera de ese tiempo podemos dedicarnos a otras cosas y ver otro tipo de información que nos ayude a desdramatizar el día: la primavera ha llegado como todos los años, la buena música sigue teniendo un efecto balsámico sobre nuestra mente y ahora tenemos ocasión de abordar el montón de novelas que teníamos pendiente de lectura. Eso nos ayudará a adaptarnos.