Tiempo de estudiantes

Una vez más estamos a finales de un curso académico y un año más hay infinidad de estudiantes que deben conseguir la concentración necesaria para asimilar los contenidos, aprender a controlar el estrés ante los exámenes y tomar una serie de decisiones sobre su futuro inmediato. Y no siempre está preparados para ello.

Los alumnos, tengan la edad que tengan han de descubrir cuál es el modo en que ellos se concentran más para preparar los exámenes que a veces coincide con las indicaciones que les han dado los educadores pero a veces no. El método clásico para sacar el máximo partido al tiempo de estudio consiste en estudiar en una habitación tranquila, bien iluminada, con una mesa grande y sin posibles elementos distractores. Sin embargo hay jóvenes que no se pueden concentrar si no tienen música de fondo o si no se mueven por la habitación. Pues de eso se trata, de encontrar el método que les permita conseguir los resultados deseados con el mínimo esfuerzo.

Por otra parte, son muchos los alumnos que sienten ansiedad ante los exámenes, pero son pocos los que saben que esa “ansiedad controlada” es buena para conseguir el aprobado. Como hemos comentado en otras ocasiones, la ansiedad que aparece ante situaciones peligrosas o ante situaciones nuevas, es normal y resulta adaptativa porque hace que la persona esté más alerta, más pendiente de cuál es la mejor respuesta ante la nueva situación. Una vez acabada la situación que nos preocupa, en este caso el examen, la mente y el cuerpo se relajan y todo vuelve a la normalidad. Los jóvenes que conocen esta circunstancia encajan los síntomas de ansiedad de un modo mucho más positivo que los que no lo conocen.

Finalmente tenemos el caso de los alumnos que ya han de tomar decisiones sobre su futuro: si eligen la opción ciencias o la opción letras, si hacen bachiller o sería mejor un módulo formativo, si van a la universidad o si eso no va a servir de nada, que hacer si no pueden ingresar en la universidad deseada por falta de nota,…, son una serie de decisiones importantes que se deben tomar tras un proceso reflexivo en el que el joven debe plantearse:

  • Cuál es mi objetivo, a dónde quiero llegar
  • Cómo puedo hacerlo, que cosas concretas puedo probar para conseguir ese objetivo
  • Qué recursos personales tengo para lograrlo

Y a eso vamos a dedicar el mes de Junio en SEREM, a orientar tanto a los alumnos como a las familiar en el diseño de su futuro académico para que consigan sus objetivos y sean personas felices.

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